domingo, 29 de diciembre de 2013

Amor de mentira

Me declaro culpable.

Culpable de creer lo increíble, de sentir lo imposible y de luchar por causas perdidas.

Declaro sinceramente mi debilidad ante los sentimientos, ni deseo de creer que en la bondad y mi lucha por lo imposible.Y aunque todo esto me arrastre a situaciones, a veces, indeseables, no pienso dejar de hacerlo.

No muestro arrepentimiento alguno. A veces me dejo engañar, otras no consiguen ni siquiera hacerme dudar del engaño y otras caigo como una tonta, pero es lo que tiene ser humana...

Yo me declaro humana, de la raza de los que aún creen en el corazón, de aquellas personas que no se decantan por intereses y, aunque tenga sus contras, no dejo de ver el balance positivo.

No me importa declarar que me enamoré de quién no debía, que comí mas de la cuenta y que escondí el chocolate para que mis hijos no lo vieran.

Tampoco se me caen los anillos al declararme culpable de haber caído en el desliz de ser amada por una noche, de entregar mi cuerpo y mi alma por una pasión peregrina...
he amado mas de lo que merezco, me han querido mas de lo que he correspondido y me han desahuciado el corazón demasiadas veces.

Si, soy humana, bruja y humana, de chocolate y de piel y me dejaría engañar una y mil veces solo por poder vivir lo que he vivido. Dejaría que me detestaran otras tantas por volver a sentir ese calor y no me importa declarar que, aún sabiendo que me engañas, quiero seguir amándote hasta que las mentiras nos separen.

Inma Castrejón, la bruja de chocolate

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